Aunque estudios previos ya habían demostrado que la falta de sueño aumenta significativamente las posibilidades de que un niño vaya a desarrollar sobrepeso y obesidad, un nuevo trabajo científico nos explica cómo dicha falta de sueño afecta a nuestros hijos.
Según los resultados de un reciente trabajo que publica la revista ‘International Journal of Obesity”, investigadores del University College de Londres, han descubierto que los niños pequeños que no duermen lo suficiente suelen tener más ganas de comer, lo que les puede hacer más propensos al sobrepeso u obesidad.
El estudio, realizado con 1.008 niños de cinco años nacidos en 2007 en Inglaterra y Gales, demostró que los niños de cinco años que dormían menos de 11 horas por la noche tenían más ganas de comer cuando veían o se les recordaba su alimento preferido, en comparación con los que dormían más. Además, también tenían un mayor índice de masa corporal.
A pesar de que los expertos en salud infantil recomiendan que los niños deben tener entre 11 y 12 horas de sueño cuando están en edad preescolar, nuestra actual forma de vida provoca que, tanto niños como adultos, tengamos agendas muy apretadas, teniendo como consecuencia que sus horas de sueño sean insuficientes.
Los niños en edad preescolar deberían tomar, a una hora temprana (entre las 20:00 y las 20:30) una cena suficiente pero sin excesos, que incluyera verduras y pescado, para que puedan digerirla completamente antes de dormir y descansar así lo suficiente.
Educarlos en Hábitos es educarlos en salud, presente y futura.