Este miércoles 14 de noviembre vuelve a ser el Día Mundial de la Diabetes. Y volvemos a echarnos las manos a la cabeza por las altísimas cifras que arrojan las estadísticas en el mundo y en España. Solo por mencionarlas para que seamos conscientes de la gravedad del asunto: para 2035, la previsión es que haya en el mundo 592 millones de personas con diabetes, lo que suponen que en sólo dos décadas su incidencia aumente un 55%. En España, y según datos de la Federación Española de Diabetes (FEDE), hay alrededor de 6 millones de afectados de diabetes tipo 1 y tipo 2 -la más frecuente-.
Un día mundial más, seguiremos hablando de prevención y también volvemos a escuchar las mismas recomendaciones y reflexiones que escribimos y comunicamos desde todos los ámbitos de la sanidad. Pero la realidad es que cada año cerca de 400.000 personas desarrollan la enfermedad en nuestro país. En lugar de dar las instrucciones, sobre que comer o no comer, a una población saturada y confundida por el volumen de información contradictoria que recibe, y que bastante culpable se siente ya por no poder controlar su adicción al azúcar, podríamos empezar a dar las instrucciones a quien de verdad las necesita:
- A la industria alimentaria, que inunda cada año nuestros supermercados con mas de 17.000 productos “alimenticios” nuevos, la inmensa mayoría de ellos cargados de azúcar. Es necesario que reformulen sus productos y aprovechen sus departamentos de I+D para diseñar elaboraciones saludables en lugar de perjudiciales.
- A las empresas de comedores escolares para que de una vez por todas eliminen los lácteos azucarados y en su lugar den una sana fruta a nuestros hijos.
- A los hospitales, tanto públicos como privados, para que eliminen la bollería, los zumos azucarados y los sobrecitos de azúcar de los desayunos, almuerzos y meriendas de los pacientes.
- A las empresas de vending que atiborran de productos azucarados su máquinas que luego sitúan en hospitales, universidades, zonas de recreo de jóvenes, centro de negocios, espacios de descanso de empresas, etc. Incluir productos saludables y eliminar aquellos con más carga de azúcar y sal podría ser una forma contribuir a la solución, y representar al mismo tiempo una nueva vía en su negocio.
- A los responsables de la publicidad en nuestros canales de televisión y medios de comunicación, para que nuestros hijos no sean bombardeados sin piedad con un sin fin de anuncios con productos irresistibles y altamente adictivos por su alto contenido en azúcar. Restringir este tipo de publicidad en horario infantil sería un gran paso en la buena dirección.
- Y por fin, a nuestras autoridades sanitarias, locales, autonómicas y nacionales, para que de una vez por todas se dejen de hipocresías y metan en cintura a quienes de verdad tienen la solución de este problema. En 2006 el Ministerio de Sanidad lanzó la Estrategia en Diabetes del Sistema Nacional de Salud. Doce años después, la principal conclusión de la mesa de debate organizada por la Federación Española de Diabetes para analizar su desarrollo desde su aprobación, fue que “este plan estratégico no ha sabido dar una respuesta eficaz ni en prevención de la enfermedad ni en promoción de hábitos saludables“.
Para disminuir los factores de riesgo de contraer la diabetes aquí tienes algunas recomendaciones, que poco a poco se convertirán en buenos hábitos alimenticios.
1. Sustituye los carbohidratos refinados (pan, harina, pasta, arroz, cereales) por integrales de buena calidad. Los refinados son tan problemáticos como el azúcar.
2. Mantén tus niveles de glucosa lo más estables posible comiendo 4-5 veces al día
3. Come la fruta entera en lugar de beber zumos. Los batidos son también una buena opción.
4. Hacer deporte no es opcional: el cuerpo no está diseñado para estar tan quieto: ¡Muévete!
5. Los refrescos deben ser un extra; incluso los comercializados sin azúcar son perjudiciales.
6. Deja los precocinados y ultra procesados y ¡COCINA!